Acné
El acné es una enfermedad inflamatoria de la unidad pilosebácea. Es una de las patologías dermatológicas más frecuentes, afectando casi al 80% de los adolescentes.
Su etiología es multifactorial, puede durar muchos años, dejar cicatrices persistentes y causar problemas psicológicos importantes en los pacientes que lo padecen.
En muchos casos el acné aparece más allá de la adolescencia, se presenta en forma de brotes que se relacionan con el ciclo menstrual. Su causa es hormonal, por lo que afecta a mujeres en la tercera década de la vida.
En el brote de acné se pueden observar distintos tipos de lesiones:
no inflamatorias (comedones cerrados y comedones abiertos o puntos negros), inflamatorias superficiales (pápulas y pústulas), inflamatorias profundas (nódulos y quistes) y lesiones residuales (hiperpigmentaciones y cicatrices).
Existen múltiples tratamientos médicos y estéticos para tratar el acné.
El dermatólogo es quien indica el tratamiento específico para cada caso.
A la hora de indicar el tratamiento adecuado, debemos tener en cuenta: el tipo de lesión, (inflamatoria o no inflamatoria) la gravedad y extensión de las lesiones y otros posibles factores asociados.
El tratamiento médico puedo ser tópico (cremas) y/o sistémico (medicación por boca).
El tratamiento estético se basa en peelings, microdermoabrasión con punta de diamante y láser.
Preguntas frecuentes
Dieta
No hay estudios científicos que demuestren una relación directa entre ciertos alimentos y el desarrollo de acné.
Lo que sí esta demostrado es el desarrollo de acné en relación con el consumo de grandes dosis de vitaminas del complejo B (B2-B6-B12).
Algunos paciente nos refiere que cuando consumen determinados alimentos, tienen un brote de acné. La indicación es disminuir el consumo de estos y en forma conjunta realizar tratamiento.
Limpieza de cutis
En algunos tipos de acné, en el que predomina los comedones y puntos negros, el dermatólogo podría indicar una limpieza de cutis. Es muy importante que la realice una cosmetóloga profesional y que previamente la piel este preparada con productos indicados por el dermatólogo.
Peeling
Los peelings químicos (con ácidos) y los mecánicos (dermoabrasión con punta de diamante) tienen como objetivo realizar un exfoliación de la capa córnea, que ayuda a regular la secreción sebácea y a desobstruir los ductos, disminuyendo las lesiones no inflamatorias del acné y dando a la piel un aspecto menos graso y más luminoso.
Para el peeling químico se utiliza ácido salicílico, que se aplica durante unos minutos en la piel después de una limpieza adecuada de la misma.
En el domicilio debe continuar el tratamiento con los productos que indica el dermatólogo.
Roce y manipulación
El uso de flequillo, cascos protectores y todo lo que pueda causar oclusión y roce en la frente, puede agravar el acné.
De la misma manera, una higiene enérgica o con productos muy detergentes puede resultar irritante para la piel y potenciar el acné.
La manipulación de las lesiones favorece la inflamación y la dispersión local de Propionibacterium acnes. Además, aumenta el riesgo de que queden marcas permanentes.
Exposición solar
En un principio, la exposición al sol puede generar una leve mejoría. Posteriormente a la exposición el acné empeora.
¿Qué cuidados son los más adecuados para la piel con acné?
- Constancia: si cumplís una rutina diaria de cuidado de la piel, conseguirás resultados visibles en menos tiempo
- Higiene: es fundamental una adecuada higiene de la piel con acné, usando productos específicos para piel grasa.
- Usá productos “oil free”: todos los productos de hidratación y maquillaje, deben ser siempre libres de grasa.
- Fotoprotección solar: una adecuada protección solar, evita la aparición de manchas. Hay protectores específicos para pieles acnéicas.
- Evitar la manipulación de las lesiones, para reducir el riesgo de cicatrices inestéticas.