Las várices, también conocidas como “arañitas” o venas varicosas son uno de los trastornos circulatorios más frecuentes. Generalmente, la aparición de várices se asocia a una serie de malos hábitos como ser la mala alimentación, la falta de ejercicio y el poco consumo de agua.

El sistema venoso de nuestro organismo suele debilitarse con el paso del tiempo y, poco a poco, comienza a perder elasticidad. Este mal funcionamiento se hace evidente en las piernas donde la sangre no circula con naturalidad y comienza a estancarse; razón por lo cual, las venas comienzan a hincharse. Las várices no son otra cosa más que venitas hinchadas y sangre estancada.

Las várices se evidencian, sobre todo, en las piernas ya que la gravedad dificulta la circulación ascendente de la sangre, por lo cual circula con menos fuerza. A su vez, las malas posturas de trabajo y la falta de ejercicio refuerzan esta mala circulación.

Causas, diagnóstico y tratamiento de várices:

Basta mirarnos las piernas con detenimiento para saber si tenemos várices. Generalmente, suele manifestarse como arañas de venas rosadas en la piel. Además, suelen estar acompañadas de dolor físico y sensación de cansancio. Si bien es cierto que las mujeres son más propensas a tener várices, muchos hombres también las sufren.

Las causas de las várices pueden ser varias. Principalmente son la edad y la falta de ejercicio. Pero, también, es cierto que las pastillas anticonceptivas, el calor, la mala alimentación y la obesidad favorecen la aparición de várices. A su vez, suele haber una predisposición genética que se transmite de generación a generación.

El mejor tratamiento contra las várices es evitarlas. Para esto el ejercicio físico es fundamental. Una dieta equilibrada y el consumo regular de agua también ayuda. Es importante, sobre todo en verano, masajearse las piernas diariamente con cremas o geles que favorezcan la circulación. A su vez, la ropa ajustada no favorece la circulación de la sangre por lo tanto es mejor no utilizarla. El levantar las piernas durante la noche o utilizar un reposapiés durante el día también ayuda a evitar la mala circulación de la piernas.

Utilizar geles criógenos o comprimidos venotónicos a diario reduce considerablemente la sensación de piernas cansadas, edemas y la posterior aparición de arañitas vasculares.

Pero si ya tenemos várices desarrolladas, por suerte, hay varios tratamientos que ayudan a eliminarlas o, al menos, a reducir el aspecto visible de las mismas.

Según el caso, se pueden realizar tratamientos con láser o quirúrgicos con inyecciones. Para un tratamiento óptimo lo primero que debemos realizar es consultar con un profesional capacitado.